martes, 13 de mayo de 2014
Vicente del Jesús Lárez González
nació un viernes, en Tacarigua, población de la Isla de Margarita, en el año 1.940, a las 3 de la tarde, el día 5 en un mes que luego supo que era abril; era el día de San Vicente Ferrer; esa noche llovió en las calles del pueblo y Chica Romero, con sus manos de seda, ayudó a Ana María González atraer al mundo a ese varón catire y de pelo ensortijado y que más tarde conoceríamos como “Chente, el de Ana María”; después de cuarenta días, su padre Tomás Ramón Lárez, pudo sacarlo del cuarto donde había pasado ese tiempo para enseñarle a conocer el sol y los cerros y las personas que querían verlo; en esos primeros cuarenta días no había todavía brindado a nadie la sonrisa, la misma sonrisa que sesenta y cuatro años después aun conserva con entusiasmo y gallardía. Nació serio y sin sonrisas porque su prioridad era alimentarse de los senos de su madre; primero la comida y después la sonrisa.
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