La llegada a Juan Griego puede hacerse vía Taguantar, Manzanillo o El Portachuelo, aunque dicen románticamente los lugareños que la mejor manera es “siguiendo el ocaso”.
Una vez en el sitio, la señalización rumbo al Fortín indica el camino, o si lo desea, puede también preguntar a cualquiera en las calles o comercios en la vía.
Estando ya frente a la bahía, más de uno se estaciona para desde ya tomar una foto con las folklóricas lanchas de fondo y las diferentes tonalidades de azul que se juntan en un todo. Sin embargo, la recomendación es ahorrar baterías y esperar llegar hasta lo alto del Fortín, que cuenta con miradores y 360° de espacio para posar.
Baños limpios abiertos de ocho de la mañana a 5:30 p.m., seguridad día y noche los sábados y domingos, y solo de noche entre semana y constante presencia de la Guardia Nacional, son algunos de los “servicios” con los que cuenta el lugar.
En los restaurantes de la zona, a precios “pagables”, como el personal que lo atiende y los mismos consumidores aseguran, se puede disfrutar de un almuerzo a orilla de mar o si lo prefiere, en ambiente cerrado con aire acondicionado.
A tan solo 30 minutos de Porlamar, cuenta con buena gastronomía, excelentes playas, algo de historia y los mejores atardeceres de la Isla.
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